Éstos son los trabajos premiados:
PRIMER CLASIFICADO: JAVIER LINARES GARCÍA 6ºA
EL NIÑO MENSAJERO DELA PAZ
EL NIÑO MENSAJERO DE
Pablo era un niño de ocho
años, era muy alegre, divertido y soñador, un niño que siempre estaba cotento y
feliz. Él realmente pensaba que todos los niños del mundo eran tan felices como
él.
Una noche mientras dormia tuvo un sueño muy
extraño. Pablo soñó que podía volar como Peter Pan y realizó un viaje
inolvidable; desde el cielo podía ver preciosos pueblecitos, grandes ciudades
iluminadas con luces de todos los colores, largos ríos, inmensas montañas y
verdes prados, interminables playas de arena dorada, pudo ver infinidad de
animales, muchas personas de diferentes razas y religiones, pudo oír la risa de
los niños y el canto de los pájaros. Todo era PAZ Y FELICIDAD.
Pablo continuó su viaje y empezó a ver
cosas muy tristres; pudo ver a niños que pasaban hambre y frío, niños de su
misma edad que eran explotados trabajando en fabricas sin descanso, niños que
eran adiestrados como soldados para participar en guerras absurdas, niños que
eran maltratados por sus propios padres, niños que a diario veían como sus
padres golpeaban a sus madres, niños a los que sus compañeros de colegio
insultaban y trataban con desprecio. En su sueño, Pablo pudo ver pueblos que
reñían y gentes que no se respetaban, pudo oír gritos y llantos, pudo escuchar
disparos, pudo ver fuego, guerras, miseria….Todo era DOLOR Y DESTRUCCIÓN.
A la mañana siguiente cuando despertó,
Pablo asustado relató con todo detalle a sus padres el sueño tan raro que había
tenido y estos le contaron con tristeza que esa era la realidad del mundo en el
que vivían. Sus padres le explicaron que también había gente muy buena que
luchaba a diario para que todas estas cosas malas e injustas terminaran.
Pablo decidió desde ese momento luchar por la PAZ
y se convirtió en un niño mensajero de la paz y allí por donde iba proclamaba y
defendía la amistad, la alegría, la felicidad, la solidaridad, el respeto, la
no descriminación, la no violencia…
Pablo se convirtió en un niño portador de
maravillosos deseos y sus familiares, amigos y conocidos le ayudaban en su
tarea, para que así este mensaje pudiera llegar a todos los lugares, a todos
los rincones del planeta y a todas las personas.
SEGUNDO CLASIFICADO: JUAN CARLOS MARTÍNEZ 6ºB
La paz en nuestro mundo
La paz en nuestro mundo
En el mundo hay mucha violencia y lucha: violencia entre personas, entre familias, tortura de animales, actos terroristas, asesinatos en lugares como Norteamérica donde en casi todas las casas hay armas de fuego…
Hay tanta ausencia de paz en nuestro mundo, que no veo posible una solución general, quizás la paz no comience desde fuera, ni dependa de las decisiones de políticos o gente importante, sino de lo que llevemos en el interior de cada uno de nosotros. Por eso pienso en lo necesario que sería desde pequeños aprender valores fundamentales que nos ayuden a vivir en paz, como el respeto, la generosidad, la tolerancia, y no poner siempre nuestros intereses por delante de los ajenos.
Los niños no tenemos alcance para hacer que desaparezca la violencia, pero podemos coincidir fácilmente con otro niño conflictivo que discuta por cualquier cosa, con el que sea muy difícil llegar a un acuerdo o que se invente problemas, cuando nos pase esto podemos ser tolerantes y pacientes con él, e intentar convencerle de que no es el camino correcto, puede que esto no parezca gran cosa, pero tal vez si todos los jóvenes nos esforzáramos en entendernos los unos con los otros y aprendiéramos a vivir así día a día, sería posible que cuando los de mi generación seamos adultos y tengamos que tomar decisiones importantes, lo hagamos hablando en vez de peleando, de esta forma seguro que seremos capaces de resolver los problemas graves de violencia que existan entonces y podremos tener un mundo mejor en el que por encima de todo reinen la paz y el respeto.
TERCER CLASIFICADO: CRISTINA REDONDO AGUILAR 6ºC
PERSIGUIENDO
UN SUEÑO
Me llamo Hassam, tengo once años y soy un niño
refugiado.
Como tantas otras familias tuve que huir de mi
país a causa de la guerra hace ya seis meses.
Mi padre perdió su trabajo después de los primeros
enfrentamientos y decidió dejar el país para buscar trabajo, con la esperanza
de poder volver pronto. Pero no pudo regresar y mi madre, mis hermanos y yo
también tuvimos que abandonar Siria, con poco más que la ropa que llevábamos
puesta, para reunirnos con él.
El viaje de huida duró todo un mes. Muchas
personas padecieron hambre y sed. Perdimos muchas vidas en el camino...
Nuestro hogar no es una "casa". El techo
está podrido y tengo miedo de que se caiga en invierno. Las paredes están
hechas de ladrillos viejos y la lluvia se cuela por las grietas. Toda la ropa
de abrigo está húmeda, las sábanas sucias y los colchones empapados. No sólo
tengo miedo por la casa, también temo que el tiempo húmedo y frío del invierno
nos haga caer enfermos.
Por las noches, a veces, me despierto
sobresaltado, cualquier ruido me recuerda a los sonidos de bombardeos que
escuchaba cuando estaba en Siria. Lo último que recuerdo es mi escuela
bombardeada pocos minutos después de salir de clase: "Mi escuela era
grande y tenía paredes azules..."
Algunas noches, pocas, duermo de un tirón soñando
con "Vivir en Paz".
En el mundo hay treinta millones de niños y niñas
que nos hemos visto obligados a abandonar nuestro hogar, privados del derecho a
jugar, a ir al colegio, a no sufrir abusos ni violencia, a vivir en paz, en
definitiva a ser niños.
Ningún niño merece vivir asustado y sin hogar.
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